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Cómo resolver el bloqueo de la boquilla del rociador de niebla fina

La tecnología de limpieza física suaviza y elimina efectivamente los bloqueos a través del efecto sinérgico de la energía térmica y la fuerza mecánica. Específicamente, la boquilla se precaliente con un hierro soldado eléctrico durante 30 segundos, y la temperatura de la pintura residual puede elevarse a más de 80 ° C. Este gradiente de temperatura reduce significativamente la tensión superficial de los materiales de alta viscosidad, mejorando así la eficiencia de eliminación. Combinado con una aguja de selección cónica con un diámetro de 0.1 mm, el bloqueo suavizado se puede despegar con precisión con una precisión operativa de ± 0.02 mm. El uso de pinzas de codo puede eliminar efectivamente los restos fibrosos restantes, y su diseño de ángulo de flexión de 15 ° asegura una limpieza de ángulo no muerto de 360 ​​° en un espacio pequeño. Además, el método de soplado de paja se usa como medias auxiliares, que puede generar 2.5 litros de flujo de aire por segundo a una presión de 0.2MPa. Esta fuerza de impacto instantánea tiene un efecto de eliminación significativo sobre los bloqueos de partículas con un diámetro de menos de 50 micras.

En términos de tecnología de limpieza química, hemos desarrollado soluciones especiales para diferentes mecanismos de bloqueo. Tomando el solvente de acetona como ejemplo, puede disolver el 98% de los depósitos de resina acrílica en 15 minutos a través de la penetración a nivel molecular, y su velocidad de disolución es 3 veces más alta que la de los agentes de limpieza de alcohol tradicionales. Para los residuos cosméticos que contienen aceite de silicona, un sistema de solvente compuesto de tensioactivo de fluorocarbono y etanol puede reducir el ángulo de contacto de 110 ° a 45 °, logrando así la humectación y eliminación eficientes. Después de la limpieza, debe pasar por un proceso de lavado de agua triple para garantizar que el residuo del solvente sea inferior a 0,5 ppm para evitar la contaminación secundaria.

Como solución definitiva, la tecnología de reemplazo de boquilla presenta requisitos estrictos sobre la selección de materiales y la precisión del procesamiento. La boquilla hecha de polímero de cristal líquido (LCP) tiene una resistencia de solvente 4 veces mayor que la del material de polipropileno (PP), y la temperatura de deformación de calor puede alcanzar 280 ℃, lo que hace que muestre ventajas obvias en escenarios de desinfección de alta temperatura. La precisión del procesamiento del diámetro interno de la boquilla debe controlarse dentro del rango de ± 0.002 mm, y la rugosidad de la superficie de RA0.1 μm se puede lograr a través de la tecnología de mecanizado por microelectrodiscarge. Este nivel de precisión asegura que el coeficiente de variación (valor de CV) de la distribución del tamaño de la gota sea inferior al 5%.

Para resolver el problema de obstrucción a largo plazo, hemos creado un sistema de mantenimiento preventivo. El sistema de circulación líquida hidratante forma una película lubricante de 0.1 μm de espesor en la superficie de la boquilla, lo que reduce la velocidad de secado de la tinta en un 60%. Esta tecnología ha logrado 1500 horas de operación continua sin obstruir en una fábrica textil. El procedimiento de limpieza diario utiliza tecnología de succión de presión negativa, combinada con un flujo de agua de pulso de 0.5MPa, para eliminar el 95% de los bloqueos potenciales. El sistema de control de temperatura limita estrictamente la temperatura de funcionamiento al rango de 20-25 ℃, de modo que la fluctuación de viscosidad del material se controla dentro de ± 3%. Este control preciso reduce significativamente el riesgo de obstruir.