Pulverizador de niebla fina Se ha convertido en una herramienta indispensable en la vida moderna debido a su excelente efecto de pulverización y amplios campos de aplicación. Sin embargo, para garantizar su rendimiento estable a largo plazo y extender su vida útil, los requisitos del entorno de almacenamiento son particularmente importantes.
Control de temperatura y humedad.
El entorno de almacenamiento del pulverizador de niebla fina debe mantenerse dentro de un rango adecuado de temperatura y humedad. La temperatura de almacenamiento ideal debe controlarse entre 18 ℃ y 30 ℃, y la humedad debe mantenerse entre 50 % y 70 % de humedad relativa (RH). Una temperatura y humedad demasiado altas o demasiado bajas pueden tener un impacto significativo en el rendimiento del pulverizador. Un entorno de alta temperatura provocará la evaporación del líquido dentro del pulverizador, lo que puede provocar la obstrucción de la boquilla o la corrosión de los componentes internos. Además, las altas temperaturas acelerarán el envejecimiento de los materiales y acortarán significativamente la vida útil del pulverizador. En términos relativos, un ambiente de baja temperatura puede hacer que el líquido interno se solidifique, afectando así el efecto de pulverización. Al mismo tiempo, la humedad alta puede provocar que las piezas internas se oxiden o corroan, mientras que la humedad baja puede secar la boquilla y aumentar el riesgo de obstrucción.
Evite la luz solar directa y las fuentes de calor de alta temperatura.
El pulverizador de niebla fina debe evitar la exposición prolongada a la luz solar directa o cerca de fuentes de calor de alta temperatura. Los rayos ultravioleta acelerarán el envejecimiento de los materiales y reducirán la durabilidad del pulverizador. Las fuentes de calor de alta temperatura pueden aumentar la temperatura del líquido dentro del rociador, afectando su estabilidad y efecto de rociado, por lo que el rociador debe mantenerse alejado de estos ambientes.
Mantener el ambiente limpio
La limpieza del entorno de almacenamiento es fundamental para el rendimiento del pulverizador. El entorno debe evitar que entre polvo, suciedad y otras impurezas en el pulverizador. El polvo y la suciedad pueden obstruir la boquilla, afectando así el efecto de pulverización. Además, las impurezas también pueden provocar desgaste o corrosión en las piezas internas del pulverizador, reduciendo aún más su vida útil.
Evite vibraciones y golpes.
Durante el almacenamiento, el pulverizador de niebla fina debe protegerse de vibraciones y golpes. Las vibraciones y los golpes pueden hacer que las piezas internas se aflojen o dañen, afectando así su rendimiento y estabilidad. Por lo tanto, al almacenar el pulverizador, asegúrese de colocarlo en una posición estable y fija para evitar interferencias de fuerzas externas.
Preste atención a la ventilación y la impermeabilización.
Aunque el control de la humedad es un requisito importante para el ambiente de almacenamiento, un ambiente demasiado húmedo también presenta daños potenciales al pulverizador. El entorno de almacenamiento debe mantener una ventilación adecuada para reducir la humedad y evitar colocar el pulverizador en un ambiente húmedo, como un baño o un sótano. Estos entornos pueden causar oxidación o corrosión en las partes internas del pulverizador, reduciendo significativamente su vida útil.
Evite la corrosión química Los pulverizadores de niebla fina deben evitar el contacto con productos químicos corrosivos. Estos productos químicos pueden corroer el revestimiento de la superficie o las partes internas del pulverizador, lo que provoca degradación o daños en el rendimiento. Por lo tanto, al almacenar el pulverizador, asegúrese de que esté alejado de cualquier área donde se puedan generar productos químicos corrosivos para mantener su rendimiento y prolongar su vida útil.